Esta es mi experiencia personal sobre cómo dejé de tomar Coca Cola Light y Coca Cola Zero.
Dejar de beber Coca Cola Light o Coca Cola Zero no es nada fácil. Si tomas esta bebida gaseosa durante un tiempo considerable es muy probable que te vuelvas adicta a ella.
Seguramente si estás leyendo este artículo es porque llevas tiempo queriendo dejar de tomarla y sientes que cada vez que lo intentas „ella“ te agarra con más fuerza.
Como te decía anteriormente, dejar la Coca Cola no es fácil, pero se puede. Y te lo dice alguien que nunca pensó que podría llegar a decirlo.
Ahora mismo, llevo más de 2 años sin probar la Coca Cola Light y casi 1 año, la Sprite light.
¿Quieres saber cómo hice para dejar la Coca Cola Light y la Coca Cola Zero? Te lo cuento todo con pelos y señales en el post de hoy 🙂
La Coca Cola Light mi eterna compañera
Mi consumo de Coca Cola Light comenzó hace mucho tiempo con el pretexto de que necesitaba tomar mucho líquido para bajar de peso. Tomar agua me parecía muuuuy aburrido y sentía que necesitaba beber algo que tuviera algo de sabor.
Desde que tengo 12 años me he pasado de dieta en dieta para perder peso así que las bebidas light siempre han estado presentes en mi vida, en mayor o menor medida.
Después del parto de mi primer hijo, hace unos 10 años atrás (ahora tengo 41), fue cuando comencé a aumentar mi consumo de Coca Cola Light considerablamente.
Recuerdo que fui a una clínica en Uruguay para adelgazar los kilos que me habían quedado del embarazo y allí me dijeron que podía tomar entre ½ y 1 L de bebidas light al día!! Así que para poder llenarme y no comer tanto, comencé a tomar todos los días esta bebida.
Tengo un recuerdo muy vívido de cuando trabajaba en la empresa, allá por el 2013, cada mañana llegaba a la oficina con mi botellita de Coca Cola Light o Coca Cola Zero bajo el brazo y un compañero de trabajo (mitad peruano, mitad alemán) siempre me decía: „Carina, eso no es saludable, toma agua“ Pero yo aún no estaba preparada para dejarla ir y le reboleaba los ojos…
Me encantaría decirte que me logré desenganchar en un par de semanas, pero no fue así. Pasar de tomar Coca Cola Light a beber agua fue muy gradual y tardé varios años en llegar a ello. Sin embargo, a pesar del tiempo que me ha tomado y de las recaídas que he tenido por el camino, te lo recomendaría hacer una y mil veces.
Si me sigues desde hace tiempo sabes que soy una „adicta“ a los planes de acción y si no me seguías hasta ahora, ya lo sabes 🙂 Pero en este caso no hice un plan de acción para dejarla, todo se fue dando de forma natural. Había una cosa que tenía claro y era que en algún momento necesitaba y quería dejarla, por mi bien y por el bien de mi familia.
Mi esposo y mis hijos no consumen Coca Cola ni ninguna otra bebida gaseosa. Aquí en Alemania la gente suele beber Apfelschorle, que es una mezcla de agua con gas y jugo de manzana, pero mi hijo mayor siempre me lo echaba en cara y me decía: „por qué si vos podés tomar yo no puedo?!“. Lo único que intentaba era cuidarlo y sabía que la Coca Cola no le hacía bien, pero yo la tomaba día sí y día también.
¿Cómo dejar la Coca Cola Light? Paso a Paso
Hace unos 3 años fuimos de vacaciones a la isla Kos y un día de esos que estaba sentada junto a la piscina bajo un calor intenso, me levanté a buscar un vaso de Coca Cola Light con hielo. Cuando la tomé tenía un sabor bien raro y te confieso que me dio mucho asco. Así que cuando regresé a Hamburgo comencé a comprar Sprite Light.
A finales del 2018 comencé a tener problemas de salud y terminé en cama (Burnout). Sobre todo por las noches comencé a tener la boca muy seca, así que dejaba una botella de agua con gas al lado de mi cama. Durante el día tomaba algo de Sprite Light y café sin cafeína, y luego por la noche agua con gas.
El último paso lo di el año pasado (2020). Mis suegros viven en el sur de Alemania y en el supermercado donde van a hacer las compras no venden Sprite light, así que cada vez que íbamos a visitarlos me pasaba por lo menos 2 semanas desenganchándome (wie auf Entzug). De modo que en julio del año pasado por fin tomé la decisión de dejarla para siempre.
Durante las vacaciones de verano fuimos a visitarlos y cuando regresamos aún tenía una botella de Sprite Light en casa. Llegaron las fiestas en diciembre y les di el gusto a mis hijos de que la abrieran. Yo no tomé ni una sola gota y me siento muy orgullosa de ello 🙂
Fue la última botella que compré y tengo que confesar que no la extraño para nada. Ahora solo tomo agua del grifo o de la canilla como diríamos en Uruguay 😉
Mi problema siempre fue que el agua del grifo me parecía muy sosa y aburrida. Quizá porque el agua natural no tiene ni por asomo la misma publicidad que la Coca Cola en la cual nos muestran siempre gente feliz y diviertiéndose.
Recuerdo una publicidad de mi infancia (de 1993) que decía algo así:
«Cuando hay sed siempre está a tu lado,
cuando hay sed siempre está su sabor,
Coca Cola siempre es tu verdad,
cuando hay alegría siempre está Coca Cola.
Siempre Habrá cielo,
Siempre Habrá sol
Mientras haya sed,
Siempre habrá Coca Cola.
Coca Cola es INIMITABLE.
Donde hay diversión,
Siempre esta Coca Cola.»
(no me ves, pero ahora mismo la estoy cantando jaja)
Eso demuestra el poder taaaan grande que tiene la publicidad sobre nosotros. Y mira si dará resultado, que esa canción tiene casi 30 años y yo aún la recuerdo como si fuese ayer.
Si lees bien la letra es muuuuy fuerte todos los mensajes subliminales que le envían a nuestro cerebro. Siempre que tengas sed estará ella, siempre que haya diversión, que haya alegría, osea siempre estará presente. Es un lavado de cerebro puro y duro.
Así como nos han hecho creer cosas que no son verdad a través de la publicidad, hemos adquirido otras tantas creencias durante la infancia, a través de nuestros padres, maestros, amigos, etc
Y lo más crazy de todo, es que esas creencias nos influyen hasta el día de hoy y muchas de ellas nos frenan a cumplir nuestras metas (pero no te preocupes, que de identificarlas y desarticularlas nos encargamos en mi programa de coaching Despliega tus Alas :-))
¿Cómo hice para aumentar el consumo de agua sin gas o agua natural?
En realidad lo he logrado con un truco muy, muy simple. Tengo una jarra de vidrio que había comprado hacía un tiempo y le daba uso solamente en verano para hacer agua saborizada con limón y naranja. Así que tomé esa jarra y la puse sobre la mesa. Le dije a mis hijos que en cuanto la jarra estuviera vacía, el último que bebiera tenía que volverla a llenar.
El resultado fue fantástico! Yo estoy tomando 1 litro y medio de agua por día, más el té y el café sin cafeína y mi hijo pequeño que normalmente no toma casi nada de agua está bebiendo más debido a este cambio que hemos incorporado.
Mi hijo mayor por suerte siempre ha tomado mucha agua desde pequeño. Recuerdo que una vez su maestra en la primera clase me dijo: „dígale por favor a su hijo que no tome tanta agua porque se pasa en el baño.“ Yo la verdad lo comenté con él, pero no le di mucha importancia porque considero que es un muy buen hábito el toma agua y no quería que luego le pasara lo mismo que a mi.
Además otro truco que a mi personalmente me ha ayudado mucho para beber más agua es utilizar un vaso bien grande, uno de esos en los que te sirven generalmente el Latte Macchiato en los bares, y me lo bebo entero.
Bueno…ésta ha sido mi experiencia personal dejando de tomar Coca Cola Light, Coca Cola Zero y Sprite Light espero de corazón que te haya servido.
Déjame un comentario para contarme cuál ha sido tu experiencia al respecto que lo leeré con mucho gusto.
Si estás buscando a alguien que te ayude a desengancharte la intervención estratégica puede ayudarte, escríbeme y coordinamos para charlar sin compromiso 🙂