





Carina me ayudó a organizar mis ideas, a sentirme segura de mis capacidades y me dio ese impulso que necesitaba para darme cuenta que las oportunidades son infinitas.
Ese proceso fue la semilla que dio origen a Pouchy. Trabajé en el proyecto durante más de un año, aprendí de sueño seguro, de materiales, de diseños, hasta de importación y así creé mi propia marca y modelos. Hoy mi proyecto es una realidad y muchos bebés duermen seguros, cómodos y calienticos en mi querida Colombia.






Me sentía un poco perdida sin saber por dónde empezar. Tenía muchas ideas, pero no muy claras en cuanto a cómo, cuándo y dónde desarrollarlas.
Estaba totalmente inmersa en el rol de madre, por lo cual no dedicaba mucho tiempo para mí ni para mi desarrollo personal y profesional.
El mayor cambio que he experimentado ha sido volver a creer en mí misma y darme cuenta de que puedo alcanzar todo aquello que me proponga.
Me ha hecho “actuar” otra vez, es decir estar activa buscando las diferentes formas de desarrollarme, en el ámbito personal y laboral.
Este programa de coaching me ha devuelto mi poder para decidir lo que quiero hacer.
Me ha dado diferentes herramientas para eliminar creencias y miedos limitantes, y también para para aprender a tener más claros mis objetivos y a visualizar los logros mediante un plan de acción preciso.




Me sentía bastante perdida, con problemas para accionar y decidirme a empezar a buscar un trabajo.
He podido aclarar qué características tiene que tener el trabajo que quiero: medio tiempo, compatible con mi vida familiar.
Ahora he empezado a postularme a empleos que me parecen interesantes. y es algo que valoro porque ya me he puesto en acción.
El programa de Coaching «Emprende el Vuelo» me ayudó a detenerme, sentarme a verme a mí misma. a pensar conscientemente qué estoy haciendo, qué quiero, hacia adonde estoy yendo y si es esa la dirección que me hace feliz.











































El año pasado, después de una excelente experiencia con mi Coach Carina tomé las riendas de mi vida. Después de casi 4 años de haber dejado las aulas he vuelto a sentir la alegría que la docencia me brinda. He comenzado a dar clases de inglés a los peques de la guardería donde asisten mis hijos y aunque son solamente 30 minutos por semana la experiencia ha sido enriquecedora.
La verdad que cuando empecé las sesiones con Carina veía muy distante este proyecto, sin embargo una vez enfocada en lo que necesitaba hacer para cumplirlo solo tuve que poner manos a la obra.
No importa donde estemos, cuando uno de verdad cree que sus sueños pueden hacerse realidad, las dificultades se convierten en obstáculos/escalones que nos acercan a la cima
