Aprender alemán no es nada fácil y de eso podemos dar fe muchos de los extranjeros que vivimos en Alemania.
Con los años, aprender alemán puede llegar a convertirse en una verdadera “pesadilla” y poco a poco comenzamos a notar cómo la motivación va disminuyendo.
Si estás leyendo este post ahora mismo probablemente lleves un tiempo viviendo en Alemania (Suiza o Austria) y tengas un nivel A2 o B1 de alemán.
Y aunque tienes un papel que certifica que has aprobado el curso, tú no sientes lo mismo. Solo de pensar que tienes que hacer una llamada por teléfono comienzan a transpirarte las manos, sientes miedo a hacer el ridículo y finalmente te bloqueas.
Frustración. Eso es lo que sientes. Y puedo entenderlo perfectamente porque yo ya pasé por ahí.
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Sabes que aprender alemán es la llave maestra que te permitirá abrir muchas puertas a nivel personal y profesional en Alemania pero aunque pones todo tu empeño en aprenderlo pareciera que el alemán no quisiera entrar en tu cabeza.
Así que te obligas a hacerlo…
“Tengo que aprender alemán porque entonces podría encontrar un trabajo en Alemania que realmente me guste…
Necesito dominar el idioma alemán para poder hacer amigos aquí..
Para el tiempo que llevo en Alemania tendría que tener un mejor nivel de alemán…
Debo perder el miedo a hablar alemán porque así dejaría de depender de mi pareja para todo!…”
Puedo decirte que he leído y escuchado este tipo de frases una y otra vez desde que creé mi Comunidad para madres hispanohablantes (HispaMamis) en el 2014 y obligarse a aprender alemán ha sido lo que menos les ha ayudado a cumplir sus metas profesionales en Alemania.
En el post de hoy podría darte las típicas recomendaciones para aprender alemán como:
- Haz un curso de alemán presencial o en línea
- Búscate un profesor particular pero que sea alemán nativo
- Lee libros infantiles (natürlich auf deutsch)
- Escucha podcasts o audiolibros solamente en alemán
En cambio, hoy voy a compartirte algo totalmente distinto, 10 consejos y recomendaciones para recuperar las ganas de aprender alemán, que con toda seguridad no has leído hasta el momento.
Quédate unos minutos conmigo y no te decepcionaré. Te lo prometo.
10 Consejos para recuperar la motivación de aprender alemán

1) Lo que te trajo hasta aquí
Piensa por un momento, ¿cuál fue tu primera motivación para irte a vivir a Alemania (Suiza o Austria)?
¿Buscabas una mejor calidad de vida para ti y tu familia? ¿Mayor seguridad?
¿Hacer una maestría o un doctorado? ¿O quizá emigraste por amor?
Trata de recordar el motivo y también qué emoción despertaba en ti en ese momento.
¿Esa motivación sigue estando allí con la misma intensidad que antes o ha desaparecido?
2) ¿Para qué y por qué quieres aprender alemán?
Motivos por los cuales decidimos aprender alemán:
- encontrar un empleo que nos haga feliz
- emprender nuestro propio negocio en Alemania
- comenzar una formación profesional, una maestría, un doctorado o una especialización
- poder comunicarnos en el día a día
- entender a nuestros hijos cuando hablan entre ellos
El nivel de alemán necesario o requerido para cada una de estas alternativas puede ser diferente, por lo tanto es necesario tenerlo bien claro si quieres conseguirlo.
Si no tienes claro hacia donde vas te perderás en el camino.
Por eso la pregunta del millón es…
¿Tienes claro para qué quieres seguir aprendiendo alemán?
3) Metas claras conservan la motivación
Una de las claves más importantes para mantenerte motivada a la hora de aprender alemán es saber ponerte objetivos claros y específicos
Y no, la verdad es que querer dominar el alemán, no es una meta clara ni específica, por si te la estabas planteando. Tampoco hablar alemán como un nativo.
¿De verdad piensas que es posible hablar y escribir alemán como un nativo en apenas 3 o 4 años?
Déjame contarte algo.
Mi hijo mayor de 9 años ha nacido y crecido en Alemania y aún sigue cometiendo errores ortográficos y mezcla los idiomas cuando habla y escribe.
Para muestra un botón, mira ésto:

4) Utiliza tus recursos internos para aprender alemán
Desde niña siempre me gustó cantar y tenía muy buen oído para imitar a los cantantes. Así que intenté hacer lo mismo con el idioma alemán e imitaba su pronunciación hasta el punto de terminar cada día con un terrible dolor de garganta.
Si bien durante los primeros años el alemán se me resistió bastante y me arrancó unas cuantas lágrimas, no me di por vencida.
Fui a clases de alemán de lunes a viernes, 4 horas por día durante 1 año y cuando llegaba a casa seguía estudiando. La verdad es que no paraba, siempre que podía escribía o leía algo.
Mi mamá siempre me decía, “Carina, cuando se te pone una cosa en la cabeza no hay quien te la saque!” y el alemán no fue la excepción.
Persistencia y oído musical. Esos fueron mis ases bajo la manga para aprender alemán.
¿Cuáles son los tuyos? ¿Cuáles son esas fortalezas y habilidades que podrían ayudarte a aprender alemán?
5) Conocerte a ti misma. Uno de los pilares más importantes para aprender alemán
Desde pequeñas nos enseñan que la mejor forma de aprender es sentarse delante de un libro o una pizarra. Y aunque ya somos adultas y somos concientes de que ese estilo de aprendizaje no encaja con nosotras, lo seguimos haciendo sin cuestionarlo por un solo segundo.
La verdad es que no existe UNA sola fórmula para aprender alemán y tú puedes crear la tuya propia.
Seguramente te haya pasado en más de una ocasión de conocer a alguien por primera vez y luego recordar algo especial de ella.
Por ejemplo su nombre, su cara, el apretón de manos que te dio cuando se despidieron o el perfume que llevaba.
Eso es porque cada uno de nosotros tiene un sistema representacional preferido (el visual, el auditivo o el kinestésico).
Recuerdo que hace tiempo una clienta me comentó que le encantaba coser y su sistema representacional preferido era el VISUAL. Así que decidió comenzar a ver vídeos sobre costura en alemán para aprender a coser. Como dice el dicho, mató dos pájaros de un tiro, mientras hacía algo que le encantaba seguía mejorando su alemán.
Y tú, ¿Sabes cuál es tu sistema representacional preferido?
6) Aprender alemán no tiene por qué ser aburrido
Como te comentaba en el punto anterior, si lo que quieres es recuperar la motivación para aprender alemán (o para cualquier otro objetivo que te propongas) conocerte a ti misma es fundamental.
Identifica primeramente qué cosas te divierten y te hacen feliz.
Muchas de las mujeres que he conocido desde que vivo en el extranjero parecen haberlo olvidado desde que dejaron su país de origen.
Haz una lista con todas las ideas que te vengan a la cabeza y observa si es posible realizar alguna de ellas mientras aprendes alemán.
Por ejemplo si disfrutas de cocinar podrías mirar una serie mientras lo haces, o escuchar canciones o podcasts en alemán mientras estás en el gimnasio o sales a caminar.
Cuando conoces tus fortalezas y habilidades, qué te hace feliz y de qué forma puedes aprender mejor, aprender alemán se vuelve más fácil y divertido.
7) Paciencia
Sé que tienes prisa por aprender alemán. Quieres volver a ser cuanto antes la mujer independiente y segura que eras en tu país de origen y en tu cabeza solo escuchas un TIC- TAC TIC- TAC TIC- TAC que te recuerda constantemente que ya no eres una adolescente y todo lo que aún te queda por aprender.
Sientes que durante los últimos meses (o quizás años) no has logrado avanzar como te hubiese gustado y eso te desespera.
Puedo entenderlo perfectamente porque yo también estuve una vez en ese lugar.
Dime, ¿Has escuchado hablar alguna vez del bambú japonés?
Si aún no has leído nada al respecto, lee ésto:
“No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: «¡Crece, por favor!»
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer?
No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
En la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que, en tanto no bajemos los brazos ni abandonemos por no «ver» el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo… dentro de nosotros: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes. Quizá sólo estés echando raíces.”
Cuando comiences a desesperarte por creer que no estás avanzando como quisieras (o como deberías) piensa que eres como un bambú japonés que necesita tiempo y paciencia para echar raíces. No te desanimes.

8) Crea espacios para ti
Muchas de las mujeres que he conocido en los últimos años están de acuerdo en una cosa: no tienen tiempo para aprender alemán.
¿Tú también piensas lo mismo?
Sé que tus obligaciones diarias consumen la mayor parte de tu tiempo, que tu familia vive lejos y tu pareja trabaja (gefühlt) todo el día, así que por la noche estás tan cansada que te metes en las redes sociales y miras algo en Netflix (si es que no te duermes antes por supuesto).
Resumiendo. Tienes muchas obligaciones, poco soporte familiar, muchas distracciones y el alemán necesitas aprenderlo para poder avanzar en el área profesional. ¿No es verdad?
Seguramente pedir ayuda no sea una de tus actividades favoritas, pero créeme, esta vez es necesario y es por una muy buena causa. TU FELICIDAD.
Te voy a decir algo y ahora no me voy a andar con rodeos. Si no logras sacar ni media hora para ti al día, entonces necesitas revisar tus prioridades de forma urgente.
Define para ti qué es lo más importante en este momento en tu vida y actua en consecuencia.
9) Lo pasado, pasado está
“Si hubiese hablado más alemán con mi esposo…
“Si hubiese mirado más películas en alemán y menos en inglés y español…
“Si hubiera tenido el coraje de hacer más amigos nativos apenas llegué…
“Si hubiera invitado a mi vecina aquel día a tomar un café…entonces ahora mi nivel de alemán sería muuuuucho mejor.“
Créeme, pensar en lo que podrías haber hecho pero no hiciste no te va a ayudar para nada a avanzar en la dirección que deseas.
En vez de poner el foco en todo lo que no has hecho hasta ahora, o en todo lo que, según tú, has hecho mal, quiero invitarte a que te centres en lo que puedes hacer a partir de hoy.
Algo pequeño con lo cual comenzar podría ser por ejemplo hablar 15 minutos al día en alemán con tu pareja, invitar a tu vecina a un Kaffee & Kuchen (cuando pase lo del Coronavirus claro está :-)), o mirar la primera película en alemán aunque sea con subtítulos.
10) Para ti también es posible
Cada vez que recuerdo a aquella chica de 23 años que llegó a Alemania sin saber ni una palabra de alemán, me dan unas ganas locas de subirme a una máquina del tiempo y decirle una sola cosa.
“Todo lo que piensas sobre ti misma y el idioma alemán está influyendo enormemente en tu motivación y en tu constancia. Así que empieza a creer que sí es posible porque yo vengo del futuro y allí eres una mujer capaz de desenvolverse por si misma.”
Lamentablemente no existe una máquina del tiempo y no puedo regresar al pasado, pero lo que sí puedo hacer es decírtelo ahora a ti que estás leyendo este post.
Trabajar en las creencias que te impiden aprender alemán y fortalecer la confianza en ti son las claves más importantes para encontrar tu camino profesional en el extranjero.
Si sientes que estás lista para trabajar en ellas échale un vistazo a mi Programa de coaching Despliega tus Alas. Durante 12 semanas trabajaremos juntas para que vuelvas a ser la mujer segura de ti misma que eras antes de emigrar.
IMPORTANTE: Si lo que buscas es hablar y escribir bien alemán entonces mi programa de coaching no es para ti. Pero si hace ya un tiempo que estás en Alemania y te das cuenta que hay una especie de barrera que te impide avanzar con el idioma y te quedas en blanco cuando quieres decir algo en alemán, aún sabiendo que tienes el vocabulario, entonces este programa sí es para ti. Pincha sobre el botón «Quiero saber más» para leer todos los detalles.
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¿Vives en Alemania, Austria, Suiza o estás aprendiendo alemán en tu país de origen? Cuéntame cómo vas con el aprendizaje del alemán y qué estrategias utilizas para automotivarte cuando quieres tirar la toalla.
Tus consejos para aprender alemán le serán de mucha utilidad a otras mujeres que leerán este post en el futuro 🙂