¿Es posible realmente emigrar y emprender después de los 30?
Nuestra invitada de hoy, emigró de España a sus 34 años. A pesar de que nadie de su entorno la apoyaba en su decisión de emigrar, llegó a Alemania en el 2012 y comenzó a trabajar sin saber prácticamente nada de alemán y defendiéndose con un pésimo inglés.
Esterlicia pasó de trabajar, en sus inicios en Alemania, en un salón de belleza a tener ahora su propio local en Berlín y trabajar con clientes hispanohablantes. “…Son muchas las ventajas que me da el ser mi propia jefa…la libertad de movimiento, organizarme como quiera, de trabajar bajo mi criterio profesional y el darle a mis clientes el tiempo que cada uno necesita”
¿Quieres conocer la historia completa? Entonces échale un vistazo a la historia de hoy 🙂

Nombre: Esterlicia Ojeda
País de origen: España
País de residencia: Alemania
Fanpage: Strelitzia Kosmetik und Massage
Mi nombre es Esterlicia, soy de Gran Canaria (Islas Canarias), vivo desde hace algo más de 6 años en Berlín, estoy soltera y tengo una pequeña de casi 2 años. Soy esteticista, masajista y también trabajo con algunas terapias alternativas.
Desde la adolescencia tuve ganas de salir de la isla, vivir en otro lugar, con otro idioma y otra cultura. Y por fin a los 34 años después de una fuerte crisis emocional, decidí que era el momento de cumplir mi sueño.
Fue duro dejar todo atrás, pero a la vez muy satisfactorio. NADIE me apoyaba en mi decisión, todos pensaban que en breve volvería. Pero por suerte fui fuerte y escuché mi corazón e intuición que bien sabían que sí podía hacerlo y sería bueno para mí. Y aquí estoy muy feliz de mis logros y con la vida que llevo.
¿Por qué Alemania? Antes de venir a Berlín estuve varias veces por la zona sur y me encantó, me sentí muy bien con todo, a pesar de no entender el idioma ni de cómo funcionaba el país realmente. Sin embargo, por consejo de algunas personas y tras unas cortas vacaciones por la ciudad, decidí que para empezar desde cero, Berlín sería el lugar ideal para mí.
Cuando llegué, a finales de abril del 2012, empecé a trabajar en un salón de belleza. Una conocida, me puso en contacto con la dueña del salón e inmediatamente comencé a trabajar sin saber prácticamente nada del idioma y defendiéndome con un pésimo inglés.
Afortunadamente la jefa era de habla hispana y gracias a eso se me hizo más llevadero el tema de la comunicación.
Tras unas semanas en el lugar, ganando muy poco, sin contrato y algunos problemas más…decidí abandonar y empezar algo por mi cuenta en casa. Me compré una camilla y me anuncié en varios grupos de Facebook, pero lamentablemente sin mucho resultado. 3 meses después de haber llegado a Berlín, encontré un trabajo a tiempo completo en un salón de depilación en el que estuve casi 2 años y tras llegar a un nivel de estrés y frustración bastante alto, decidí dejarlo y ponerme a tiempo completo a aprender alemán. 6 meses más tarde me di de alta como autónoma, empecé a trabajar en casa y poco a poco fui adquiriendo nuevos clientes. La gran mayoría son hispanohablantes lo cual me ayudó mucho a avanzar mientras seguía en clases de alemán.
Después de un año y medio empecé a buscar un lugar para alquilar ya que estaba cansada de pasar tanto tiempo en casa y sentía que para poder avanzar como quería era mejor tener cada cosa por separado, pero en ese proceso conocí al padre de mi hija y me quedé embarazada, con lo cual desistí de la búsqueda ya que para mí no tenía sentido alquilar algo para en corto plazo tener que cerrarlo. Y ahora por fin he encontrado mi rinconcito tal cual lo imaginé, llevo sólo un par de meses y afortunadamente avanza de forma muy positiva.
De momento son muchas las ventajas que me da el ser mi propia jefa, lo he sido desde los 18 años, y para mi siempre ha sido algo que me ha dado más cosas positivas que negativas. La libertad de movimiento, organizarme como quiera, de trabajar bajo mi criterio profesional, el darle a mis clientes el tiempo que cada uno necesita, etc. Eso para mí es lo más importante.
Ahora al ser madre soltera y sin familia aquí, es un poco más complicado, pero por suerte logro organizarme bien y siempre encuentro quien me eche una mano cuando lo necesito.
He de decir que a pesar de las dificultades con las que me he encontrado por este camino, tanto las del principio como las de después del nacimiento de mi hija, en ningún momento he echado la vista atrás, ni he pensado en tirar la toalla. Intento ser positiva y trabajo mucho en mis emociones con diferentes terapias, lo que me ayuda enormemente a estar tranquila en los momentos difíciles e ir encauzando todo.
"Un consejo que les doy: sean positivas, salgan de su zona de confort cuando quieran cambiar algo. No es fácil, pero se puede… ánimo a todas las que queráis empezar algo sea lo que sea…mi lema es, YO PUEDO."
¿Y tú qué opinas, se puede emigrar y emprender después de los 30?
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